Efecto Yagé

EXPRIMIRÉ LA MEMORIA para recordar esto:

A pesar de la penumbra puedo identificar cada esquina de la habitación, en un instante se movilizan las aristas y no estoy en ella, mejor, la habitación ya no esta conmigo, a algún lugar se esta yendo, pero entro en pánico y la hago regresar.

Esto ocurre varias veces hasta que decido seguir, entonces, el cielo se convierte en un caleidoscopio de miles de colores y formas geométricas que van cambiando a medida que me sumerjo, mas y mas colores, mas cambios, mas adentro (el camino hacia uno mismo esta lleno de magia).

Tucanes con todo el espectro visible en sus grandes picos, ahora estoy lo suficientemente adentro y me dedico a perseguir una presencia a la que le manifiesto mi ansiedad y huye de mi.

Aun percibo mí alrededor, pero sigo adentro, cada sonido afuera comienza a mezclarse de manera perfecta, las gotas de agua al tocar el suelo, los grillos, el aullido de algún perro, la respiración de alguien próximo, todo entra en resonancia con el sonido metálico de mi lengua vibrante, los acordes perfectos para mi resonancia con el universo.

Ahora veo como la música se desliza en un valle de onda, la geometría perfecta persiste hasta encontrarme en un espacio de R a la n donde es absolutamente clara la demostración del límite por el Epsilon-delta.

Todo es denso, azul infinito y me encuentro de frente con mi animal totémico, viajo con el gigante del océano mientras me tranquiliza su canto, siento malestar y la presencia aparece para darme su lección: <<La mente todo lo puede>>, entonces el dolor desaparece, vuelvo a preguntarle algo y huye nuevamente, la sigo hasta que soy muy leve, volátil, mi respiración es lenta pero intensa, cada exhalación produce un sonido que no identifico, parece…… es un chillido!, veo abajo por que resulta que estoy en las alturas, soy un ave, quizá un águila, soy absolutamente ligera. Mientras vuelo comprendo que la presencia no quiere responder a mi pregunta y que solo debo dejarme llevar.

No vuelo mas, estoy en un lugar tranquilo, cálido, en una penumbra de tonalidad verdosa, percibo todo mi cuerpo y siento como las rodillas tocan mi pecho, es un lugar muy cómodo, de fondo escucho un sonido repetitivo que va haciéndose cada ves mas fuerte, comprendo entonces que es un sonido que conozco de tiempo atrás cuando escuche por primera vez, es, el corazón de mi madre, me siento muy feliz, descanso y disfruto de la sensación, no quisiera ir a otro lugar, ahora el latido se combina con un sonido externo, cantos que hablan de muchas cosas pero que en realidad lo importante es la sensación que provocan en mi, me siento sobrecogida y absolutamente feliz, los labios se estiran lentamente para sonreír hasta que es incontrolable y lloro por tanta felicidad (jamás había sido tan feliz).

Mayari hai-hai energía positiva aichhhh-aichhhhh, Mayari hai-hai energía positiva aichhhh-aichhhhh, Mayari hai-hai energía positiva aichhhh-aichhhhh, Mayari hai-hai energía positiva aichhhh-aichhhhh, Mayari hai-hai energía positiva aichhhh-aichhhhh…….

Al hombre con el guerreo en la espalda