La lenta máquina del desamor, los engranajes del reflujo, los cuerpos que abandonan las almohadas, las sábanas, los besos, y de pie ante el espejo interrogándose cada uno a sí mismo, y no mirándose entre ellos, ya no desnudos para el otro, ya no te amo, mi amor. CORTÁZAR
El no le pudo decir nada bonito porque tenía la boca sucia de tan gastadas que tenía las palabras. Ella no le pudo dar una mirada coqueta porque tenia los ojos atestados de sombras de tan gastadas que tenia las lagrimas. SOLO LES QUEDO LA PIEL PARA ENTENDERSE. Anonimo
Increíblemente después de tantas cosas y de tanto tiempo sigo creyendo en esa absurda idea de que podes un día de estos, un día cualquiera, colmarme de placer. Tengo una ciega fe en eso, en contra de todo pronostico y de todo acto pasado. Extraño, si, pero tengo una tonta fe.